martes, 26 de febrero de 2013

HÁBITAT Y ALIMENTACIÓN

HÁBITAT:


Carácter:



Gato plácido, tranquilo, flemático, sedentario, que puede vivir felizmente en un apartamento. Sociable, pacífico, nunca agresivo, dulce y muy afectuoso. Manifiesta un gran apego por su amo. Vive perfectamente con sus congéneres, con perros y ninos. Se muestra distante con los extranos. Para su equilibrio necesita una vida tranquila. Soporta la soledad. Sus maullidos son poco frecuentes y discretos.

     
Consejos:

El mantenimiento del pelaje (lavado, peinado y cepillado) es trabajoso. La longitud de su pelaje favorece la formación de nudos, por lo que es necesario desenredar el pelaje todos los días. La muda se produce durante la primavera y el verano. Los ojos lagrimean frecuentemente, por lo que es preciso limpiarlos con regularidad (a diario).


  
Aplicaciones:

Ideal para vivir en un piso o apartamento pero requiere cuidados de mantenimiento constantes.



ALIMENTACIÓN:

El régimen alimenticio debe ser equilibrado y muy variado, sin exagerar las cantidades. Debido a su estructura maciza, los gatos persas tienden a engordar con facilidad, lo que puede acarrearles problemas cardíacos

Durante su primer año de vida es aconsejable proporcionarle al gato determinadas vitaminas. Consúltalo con tu veterinario.

Los que han elegido a la raza persa como mascota deben estar preparados igualmente para dedicarle muchas horas a la higiene del gato, sobre todo al de su pelaje. 

Éste debe ser cepillado todos los días con un peine de cedras duras para evitar la formación de nudos. Debemos prestar especial atención al pelo de la cola porque ésta se convierte fácilmente en un nido de pulgas.

Esta operación es vital para evitar que el gato en su higiene propia diaria trague demasiados pelos que acabarían formando bolas en el estomago y provocando problemas intestinales y respiratorios.
Los ojos de esta raza también requieren de una atención especial. 

Éstos necesitan de una limpieza regular ya que los persas son gatos que lagrimean mucho debido a la forma de su nariz. Nunca uses algodón para este procedimiento. Lo mejor es usar toallitas impregnadas en una solución especial para sus ojos (consulta a tu veterinario) y retirar con ellas las lágrimas sobrantes.

Para esta operación no aprietes o insistas en el borde de sus párpados, porque esto solo haría que irritar aún más los ojos del animal. Pasa la toallita suavemente por la zona haciendo que tu gatito cierre los ojos. Hazlo suave y dulcemente sin presionar en la zona.

Éstas son las atenciones especiales que necesitan los gatos persas. Además de esas, por supuesto necesitan de otros cuidados, pero éstos son generales para todos los gatos. 

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